Detector molecular con eficacia cuestionada: CNDH-UNAM
Ante esto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exigió la no utilización de dicho detector con capacidad para detectar drogas, explosivos y armas en cantidades mínimas y gracias al cual durante el 2007 aumentaron las quejas de cateos ilega
El segundo visitador de la CNDH, Marat Paredes precisó que de acuerdo a los informes proporcionados por las autoridades, varias de las quejas señalan que las detenciones o ingresos a domicilios fueron realizadas al utilizar el detector molecular GT-200, el cual, según una investigación realizada por el gobierno de Gran Bretaña, tiene una eficacia muy cuestionada.
Ante esto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) exigió la no utilización de dicho detector con capacidad para detectar drogas, explosivos y armas en cantidades mínimas y gracias al cual durante el 2007 aumentaron las quejas de cateos ilegales a 393, en 2008 a 964 y en 2009 a 947.
El visitador dijo que los elementos militares han tratado de justificar su flagrancia con base en el uso del GT-200, gracias al cual también se están conociendo datos personales de la gente y "está situación demanda que se solicite una orden de cateo para hacer un registro de estas características entre los domicilios de las personas".
Por su parte, el investigador del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, Luis Mochán reveló que la investigación que le hiciera a la ficha documental que usan los operadores del detector molecular GT-200 cuando presentan a alguien arrojó "puras barbaridades".
Asimismo, dijo que de acuerdo a la ficha técnica es capaz de detectar drogas distintas, cuerpos humanos, huesos y dinero en nanogramos, millonésimas distancias de hasta 5 kilómetros.
Mochán señaló que fue consultado como especialista dado que hubo una entrevista que fue publicada por el diario Reforma, de ahí lo contactó un abogado que está llevando otro caso de una persona que esta encarcelada usando como parte de la evidencia el GT-200.
Dijo que como parte de esa consulta, le enviaron ocho fichas técnicas que llenan los operadores.
En donde hizo una crítica de la ficha técnica, le quitó toda la información que identifica de qué caso se trata y la montó en su página web.
Apuntó que ha habido todo una familia de equipos que están haciendo lo mismo, funcionan bajo el mismo principio o no, aunque cada uno usa un pretexto distinto adornado del lenguaje distinto. Ninguno de los que han sido probados han funcionado, dijo.
El investigador indicó que el gobierno mexicano compró estos aparatos los cuales han servido para hacer detenciones, ahora hay casos que encarcelaron a una persona en donde lo único que tiene en su contra es la detección del aparato.
"Se ha tomado como evidencia de flagrancia y en realidad no es evidencia de nada. Es evidencia que el operador cree que ese lugar o que esa persona está involucrada en el transporte de droga, de armamento o de explosivos", resaltó.
Agregó que el aparato responde a las creencias de las personas a través de un efecto que se investigó a mediados del siglo XIX que es el efecto ideomotor.
Mochán explicó que lo que hace el aparato es "literalmente la ouija en el sentido en que la gente lo mueve inconscientemente sin darse cuenta que lo mueve, lo hace de acuerdo a sus deseos, sus creencias o las ideas".
Dijo que es un aparato muy inestable el cual consta de una manija, una antena telescópica la cual gira libremente alrededor de un pivote que está en el plano horizontal y una inclinación muy pequeña de la mano la cual puede ser desapercibida hace que la antena gire para un lado y para el otro.
Apuntó que se enteró de ese aparato hace 12 años el cual fue comprado en Estados Unidos y a mediados de los 90´s se prohibió su uso excepto como detector de pelotas de gol.
"Entonces me llamó mucho la atención cuando me enteré que en México la estaban usando", manifestó el investigador del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM.
Señaló que hace un año supo de una compra de más de 500 y ahora son más de 940, se paga por uno de ellos alrededor de 20 mil dólares, algunos se han pagado hasta en 580 mil pesos, finalizó.
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Detector de explosivos
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